Maratón es el deporte de la
victoria... Aquí ganan todos, cada cual tiene su meta para unos es acabar,
otros se plantean hacer marca y otros como me paso a mi la realidad superó a
las expectativas. En maratón el día de la carrera solo es la culminación a muchos
meses de entreno. Días y sobre todo noches bajo la lluvia (sobre todo este año)
frío, nieve, superar desganas pero sobre todo quitar tiempo a la familia. Si
has superado todo esto el día de la carrera te tiene que salir bien, ese día es
una fiesta. Ese día es tuyo eres maratoniano desde que te levantas hasta que te
acuestas, nadie te lo puede quitar.

Bueno vamos a lo que acontece, el día
empieza muy temprano hay que levantarse con tiempo para poder desayunar bien
que luego no haya problemas de digestión revisar por enésima vez todo el
material (que ya has dejado preparado la noche anterior) que no te falte nada,
coges el coche cuando todavía no están puestas las calles en Madrid, llegas al
sitio y empieza el ritual: te vistes, te das vaselina en los pies, ¡por dios
que no te haga ninguna arruga los calcetines!, te abrochas y te desabrochas mil
veces los cordones , te vuelves a dar vaselina en axilas, muslos, pecho,
cualquier rozadura en tantos kilómetros puede se un desastre y por último te
pones la última tecnología multicapa en cuanto a prendas térmicas se refiere (el
día ha amanecido frío) esto es LA BOLSA DE BASURA, cuidado que quita frío. Ya
pertrechado me dirijo hasta el ropero, menos mal que fui pronto por que luego
se lío una buena metieron tanta gente en la carrera que se vieron sobrepasados.
Una vez dejada la bolsa me encuentro con los naveros de A Trote Borriquero.
Comentarios últimos preparativos foto de rigor y para el cajón de salida. Nos
situamos en el cajón 1, justo detrás de
los élite. Como siempre, aunque yo solo lo he visto dos años bajan los
paracaidistas acto seguido abucheo ana botella que andaba por allí cortando la
cinta y minuto de silencio por los atentados de Boston que sirve como momento
de concentración de cara a la inminente salida.
Pumm.... A correr
Aunque mis previsiones de ritmo
eran más lentas del inicial que tomamos, pero ante la comodidad con el que iba,
decidí aguantar hasta donde pudiera, ritmo alegre pero sin ser exigente,
todavía quedan muchos kilómetros. Todos estos kilómetros los hago en compañía
de los A Trote Borriquero, menos unos cuantos que Luis y yo paramos a mear y
nos quedamos descolgados del grupo y no fue hasta Guzman El Bueno que volvimos
a reagruparnos otra vez.
El primer gel lo tomo sobre el
kilómetro 14 y tengo que decir que yo nunca he tenido problemas de estómago con
los geles pero está vez no cayo muy bien. Por supuesto en todos los puestos de
avituallamiento alternando buchito de agua o de isotónica, los puestos están
colocados cada 5 km.
Las sensaciones no podían ser
mejores, el ritmo el adecuado, de cansancio físico ni rastro, la caja a las mil
maravillas, pero en el kilómetro 15 noto como se me tensa el gemelo izquierdo,
espero que sea solo una sensación transitoria, procuro olvidarme de el pero la
sensación rara está ahí, no se si ha sido un mal gesto continuado de pisada, en
fin que ya me acompaña hasta el final de la carrera. No me impide para mantener
el ritmo a si que para delante.
El paso por la calle Fuencarral,
Gran Vía, Preciados, Sol… una maravilla el público volcado animándote, se me
pone la piel de gallina de recordarlo, una sensación única que hace que solo
por eso ya haya valido la pena correr en Madrid.
Así llegamos al Palacio Real y a
continuación a la media maratón que pasamos con un tiempo de 1:28:02 , mejor de lo previsto, esto marcha…
A continuación nos adentramos en las
inmediaciones del parque del Oeste y ya en la Avenida de Valladolid, el dolor
en el gemelo remite, buenas noticias, hago chequeo de daños y voy muy entero.
En esta parte se ponen a tirar
Luismi y Alvaro y se oyen comentarios por parte del público
¡Menudo grupo que viene ahí! Me da por mirar atrás y efectivamente estos dos
han hecho un grupo de unas 60 unidades, la gente al ver que se rodaba cómodo en
el no quiere soltar rueda.
Llegada a Principe Pio y entrada
en la casa de Campo, uno de mis lugares habituales de entrenamiento, hasta los
árboles me saludan, esta parte del recorrido me la conozco al dedillo. Aquí me
está esperando la familia, pero un malentendido me hace buscarlos al margen
derecho y ellos estaban situados al izquierdo, pensé que habrían tenido
problemas con el metro y que no les había dado tiempo a llegar.
Llegamos al punto de
avituallamiento de geles, cojo uno y para dentro, y de repente se hace el
silencio…. Para muchos la casa de campo es el punto de inflexión
psicológicamente hablando, se te cae el mundo encima, pasas del bullicio de
Madrid a la nada… a mi no me afecta, me gusta la Casa de Campo, aquí se rueda
cómodo lo peor estará a su salida.
Kilómetro 31, aquí es donde
empieza mi maratón, las molestias en el gemelo continúan y ya me impiden echar
bien el paso, es hora de bajar un punto. Hablo con Baturro y le comento que me
descuelgo que tengo problemas en el gemelo, me contesta que a mi ritmo y buena
letra, y así hago.
La salida de la casa de campo me
depara una sorpresa, ya no contaba con verlos, pero ahí están Gemma, mis hijos
y mi hermano. Esto te da ánimos para los 12 kilómetros que faltan.
La salida de la casa de campo es
un repecho bastante fuerte, como siempre acorto el paso, aumento el braceo y
para arriba, ahora viene una bajada donde poder soltar piernas pero imposible
el gemelo no me deja soltarme en la bajada. Giro a derechas y antes de llegar
al Puente de Segovia, veo una farola, esta es la mía, parada a estirar el
gemelo y a continuar.
Encaro el Paseo de la Ermita y
justo en el Puente de San Isidro veo a un tipo con un chaleco amarillo pensando
que era de la organización le pido Reflex, y me dice que el no es de la carrera
que es solo un espectador, mi gozo en un pozo.
En este tramo delante de mí va una
pareja, los dos con pinta de Pro, que van parando a estirar, los adelanto, y al
rato me pasan como motos, así unas cuantas veces.
En la orilla del Manzanares los
veo parados en un puesto de la Cruz Roja echándose Reflex…. Para allí que me
voy, le hago una seña al voluntario y me rocía el gemelo con un gel de frío… ni
fu ni fa, no me hace nada esta mañana con el frío que hacía me unte bien las
piernas de crema calentadora y el efecto frío ni lo noto.
A partir de aquí hay que irse
poniendo metas, y así lo hago, primero la cuesta de la calle Segovia, superada,
luego hasta llegar a Acacias, superado, hasta la Glorieta de Embajadores,
superado, el Reina Sofía al fondo para allá que vamos, en este punto veo un
patinador al que le pido el dichoso spray, sin pararme me rocío el gemelo, esta
vez si que noto el fresquito. Siguiente meta la temida CUESTA de Alfonso XII,
superada.
Ya está hecho, se oye la megafonía
de meta, si has llegado hasta aquí después de todos estos meses de entreno lo
tienes hecho, al fondo la Puerta de Alcalá, esto huele a Maratón.
Gente animando por todos los lados
te llevan en volandas. Al paso por la puerta de Alcalá igual que me paso el año
pasado me emociono, te vienen a la cabeza todos los momento malos y los buenos
que han ocurrido a lo largo del año, el recuerdo de las personas que ya no
están contigo pero que las llevas en el corazón… pero de repente todo esto se
esfuma, estas en carrera vuelves a la realidad, un último esfuerzo.
Subiendo por la calle de Alcalá
vislumbras la puerta que da acceso al Parque del Retiro y a la postre a la
recta de llegada, desconozco que nombre tendrá esta puerta, que lo tendrá porque
en Madrid a todo se le da nombre, yo la llamo LA PUERTA DE LA GLORIA, llegar
hasta aquí para mi y para todas las personas que corren el maratón es la mayor
de las victorias.
Encaró la recta de meta pendiente
de localizar a la familia, los niños quieren entrar conmigo en meta, los
localizo, me dan la mano y juntos vamos para meta, ni esprines, ni recortar
algún segundo, no hoy no…. Hoy es para disfrutar, empiezo a animarles, van
dando todo lo que pueden los pobres, se hace largo los últimos 195 metros (los
de la gloria), pero al fin llegamos.
En la llegada a meta cojo
avituallamiento, y recojo la bolsa del ropero, por cierto un caos, las bolsas
tiradas por el suelo, como la mía, y sensación de desorganización, como mas
tarde se confirmaron los que llegaron sobre las 4 horas.
Me reencuentro con los naveros y
nos felicitamos mutuamente, ellos han parado el crono en 2:58. Yo me salgo para
afuera que me está esperando mi mujer.
El que haya corrido algún maratón
sabe la sensación que te produce el cruzar la línea de meta, a los demás no se
la puedo contar, creo que no podría describirlo con palabras, si queréis saber
de que os hablo, hala a correr…..
Al final paré el tiempo en 3:04,
para mí un tiempazo, mis expectativas iban a 3:10 como el mejor de los posibles
resultados. Así que tan contento. Luego en frío se me ha quedado la espinita de
haber bajado de las 3:00 horas como si hicieron los naveros, la verdad es que
la oportunidad era buena, ya que en el grupo que se había formado y que ellos
comandaban se iba de lujo pero no pudo ser… habrá mas ocasiones.
Alvaro, Luis, Vicente, Luismi y David ha sido un placer poder rodar con vosotros, sois mejores
personas que corredores que conste.
Lo que paso esa tarde y los dos
días posteriores me lo reservo para mi, solo puedo decir que tuve unas agujetas
como no había tenido en la vida.
En lunes para bajar las escaleras
del metro tenía que ir agarrado al pasamanos haciendo una mezcla entre Robocop
y Chiquito de la Calzada, la gente me echaba miradas extrañas, y yo les
devolvía la mirada con una sonrisa de medio lado, mientras pensaba para mi, si
vosotros supierais que ayer alcancé la GLORIA…..
PD: Quiero agradecer sobre todo a
mi mujer, Gemma, el aguantarme todos estos meses, cuando la hablaba (bueno
mejor dicho la aburría) de entrenamientos, zapatillas, alimentación…., en fin
paranoias mías. Sin ti todo esto no hubiera sido posible ni hubiera tenido
sentido. Un beso.
Y a todas aquellas personas que se
han interesado y han preguntado sobre
como ibas en toda la fase de preparación.
IT’S
TIME TO ROCK AND ROLL….. nos vemos el año
próximo.
Oscar.