martes, 22 de abril de 2014

MARATON DE ROBLEDO DE CHAVELA 2014
Esta vez con el equipo casi al completo, a excepción de Juancho que solo corre carretera y Carlos que este año le tenemos de suplente, nos presentamos en el municipio de Robledo de Chavela en una mañana fría y húmeda. Como es habitual en este tipo de carreras coincidimos con Jose, Carlos y Marcos, bueno realmente coincidimos con Marcos ya que Jose y Carlos suelen desplazarse con nosotros. En esta ocasión, Jaime, compañero de entrenamientos y medio Navero de adopción, también se animó a probar esto de las maratones de montaña.
Después de la persistente y abúndate lluvia del día anterior y de la mañana nubosa e incluso lluviosa, por lo menos en las Navas, la acumulación de agua y barro en el circuito prometía ser antológica. Los peores pronósticos se hicieron realidad y el barro y el agua fueron la tónica predominante.
La carrera comenzó con un tramo neutralizado por las calles de Robledo que desembocaba en una pista dirección a la ermita de la Virgen de Navahonda. Al comienzo de esa pista Jose sufrió un enganchón de la cadena que le hizo perder la cabeza de carrera. El primer kilómetro fue un tramo llano plagado de charcos y barro donde la velocidad aumentaba las salpicaduras de barro de las bicis delanteras. En las primeras rampas, el resbaladizo barro hacia aumentar la tensión entre los corredores que buscaban en todo momento la mejor trazada. Entre el vaho producido por el esfuerzo de la subida y el barro que saltaba a la cara, la visión a través de los cristales de las gafas era nula, así que la mejor opción para enfrentarse a la primera bajada y a la postre, al resto de la carrera, fue quitarse las gafas, lo que produjo que más de un granito de arena  terminase en los ojos.
Una vez pasada la ermita y tras un pequeño tramo de carretera, el agua y el barro fueron sustituidos por graba suelta en cada curva. Luego volvieron los caminos estrechos y otra vez pistas anchas y después, otra vez, caminos estrechos y ahora un rio y después un charco gigante en una calleja y luego un tramo de carretera y luego unos rampones en un pinar y después una trialera y luego un sendero y después más pista y más carretera, vamos que tuvimos todo tipo de terreno. Por tener tuvimos hasta uno que se hizo unos kilómetros de más y unos incondicionales seguidores animando al equipo. Con unos cuantos trozos de cinta más en algún que otro cruce la señalización hubiera sido impecable.
Después de dos horas y poco de carrera el primero en cruzar fue un master 30, esta vez Jose se tuvo que conformar con el puesto 11º en la general (4º elite), Carlos fue el siguiente entrando el 18º en la general (4º M40), Alvaro entre el 29º (12º M30), Mariano el 32º (14 M30), Marcos entro el 48º (20º M30), luego Ismael 80º (41º M30), después Javi 119º (58º M30), Cesar fue 166º (77º M30), Angel 171ª (79º M30) y Jaime el 182º (81º M30). La participación, como suele ser habitual en este tipo de pruebas, fue numerosa tomando la salida 400 corredores en el open y 200 en la marcha.

Al final se está empezando a poner de moda para recuperase el bocadillo de panceta, seguramente no será lo más indicado pero tenemos que reconocer que bueno, está un rato. 

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